Esto es lo que se ve detrás de las cámaras. Los periodistas a veces nos convertimos en objetivos y nos acercamos al peligro al situarnos entre manifestantes, a veces violentos y las fuerzas policiales que no hacen distinción. Aquí en Turquía, los informadores extranjeros somos tildados de amenaza y de servir los intereses de potencias extranjeras aún cuando algunos medios se sitúan al otro lado del espectro mediático. Por ello somos nosotros un objetivo mas de la policía que a menudo intenta evitar que mostremos la cruda realidad de la represión que se vive en esta nación donde las libertades esenciales democráticas se muestran cada vez más ausentes.
Estas sencillas imágenes ilustran lo que es un simple día de trabajo, unos meros instantes de absoluta cotidianidad que cualquier periodistas enfrentaría en su empeño por realizar su labor informativa.