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| Foto: AFP |
Lucas Farioli / Estambul
Sangriento despertar en el Sudeste turco este Jueves 16 de septiembre. Un minibús que transportaba civiles fue alcanzado de lleno a su paso por una mina colocada en uno de los caminos adyacentes al municipio de Geçitil en la provincia kurda de Hakkari. EL vehículo ha quedado totalmente destrozado.
Las autoridades aseguran que el dispositivo ha sido colocado por la guerrilla separatista kurda PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistan por sus siglas en kurdo).
La explosión causó la muerte de al menos 10 personas. La cifra podría incrementar ya que según informa CNN Türk habría cuatro heridos de gravedad entre ellos un niño.
Según informa la agencia cercana al movimiento nacionalista kurdo Firat, fuentes procedentes del Confederación Democrática Kurda (KCK) brazo político de la guerrilla, el PKK ha condenado el ataque y negado su autoría asegurando que se trata una vez más de acciones de contra-insurgencia de las fuerzas armadas turcas. En declaraciones anteriores un periodista anónimo de la revista Newsweek Türkiye ha reconocido que los cuerpos especiales de la gendarmería “Suelen realizar contra-ataques al margen de la legalidad y los códigos establecidos por la legislación”.
Asimismo oficiales anónimos del ejercito turco en Dyarbakir han señalado en reiteradas ocasiones que “existen grupos paramilitares compuestos en ocasiones por miembros de las fuerzas armadas, que llevan a la práctica toda clase de operaciones para desestabilizar y desprestigiar a la guerrilla” Sin embargo según apuntan los medios locales lo mas posible es que el artefacto haya sido colocado por miembros de la guerrilla separatista.
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| Foto: AFP |
Le guerrilla a advertido al ejecutivo: “Este ataqué es un ataque a todos los kurdos”. Sin embargo fuentes citadas por el diario hürriyet señalan que en esta zona es común encontrar trampas explosivas y minas que en la mayoría de las ocasiones tiene por objeto dañar los blindados del ejercito turco que patrullan la zona.
En la misma línea el líder del partido kurdo nacionalista Baris ve Demokrasi partisi, (BDP) Selahttin Dermitas, ha condenado el ataque y ha reiterado que según él “el ataque no ha sido obra del PKK sino del aparato militar del estado”.
En los últimos meses ha habido varios ataques perpetuados por la guerrilla kurda. Uno especialmente sonado tuvo lugar el pasado verano. Fue un atentado contra un autobús militar que transportaba civiles en los suburbios de Estambul y que le costo la vida a una adolescente hija de un oficial.
El incidente coincide con la situación de máxima volatilidad política tras el boicot kurdo en el referéndum constitucional del 12 de septiembre, el reciente y polémico funeral de nueve guerrilleros abatidos en la frontera con Irak, y la cercanía del fin del alto el fuego fijado para el 20 de septiembre por parte de la guerrilla kurda.
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