"No hay sociedades idénticas, no hay países que sean mejores que otros, ni religiones que sirvan para conquistar verdades. Si sólo intentáramos comprender que nuestra vida es tan efímera como un copo de nieve, quizás entonces, después de haber conquistado la belleza, podríamos permanecer serenos hasta la posteridad."


Orhan Pamuk


martes, 16 de agosto de 2011

Renuncia en bloque de la cúpula de las fuerzas armadas turcas (Borrador preliminar Intereconomía)


Foto: thetelegraph.co.uk: Isik Kosaner durante una reunión en Ankara





La delicada arena política turca se ha visto sacudida por la dimisión en bloque de la cúpula de las fuerzas armadas turcas. A la renuncia de Isik Kosaner, jefe del Estado Mayor le ha seguido la de Erdal Ceylanoglu, comandante de las fuerzas terrestres, Esref Ugur Yigit, jefe de la marina y Hasan Aksay jefe de las fuerzas aéreas.
La renuncia de los militares se produce en el contexto de las investigaciones de la llamada operación Bayloz (Mazo) que en el año 2010 se saldó con la detención de hasta 40 militares, incluyendo varios antiguos jefes de las fuerzas armadas como Ergin Saygun, el antiguo jefe de la Marina Ozden Ornek asi como Ibrahim Firtina de la Fuerza Aérea.
La fiscalía determinó que hasta 17 oficiales que debían ser ascendidos, formaban parte de un plan que tenía por objetivo desestabilizar en el año 2003 el nuevo ejecutivo del Primer Ministro Tayyip Erdogan del Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP de corte islamista moderado).
Para ello según las pesquisas de los fiscales la presunta trama pretendía generan las condiciones idoneas para propiciar la imposición de la ley marcial: el derribo de un F-16 turco sobre las aguas del Egeo (para forzar un enfrentamiento con Grecia), así como la colocación de bombas en las principales mezquitas y museos de Estambul. Estas eran, según sostiene la acusación, solo algunas de las acciones que la trama planeaba para provocar la caída del gobierno islamista.
En la actualidad hay 250 militares encarcelados acusados de insubordinación, o de conspirar contra el gobierno. Algo que junto a la progresiva pérdida de relevancia política de las fuerzas armadas ha terminado de desbordar la paciencia Kosaner y su equipo quienes además niegan la existencia de un plan semenjante.
Respecto a esta cuestión el general retirado y conocido analista político Haldun Solmaztük le dio su opinión a LA GACETA, y aseguró que “esta cadena de resignaciones son el resultado de un largo proceso de desencuentros”.
“El principal problema es que la mayoría de las evidencias en este juicio son simplemente falsas, por ello entiendo que Kosaner se nieguen a aceptar que el ejercito es una simple banda de criminales”, comenta el general.
“Se trata de un proyecto político que no solo intenta dañar la imagen de las fuerzas armadas, sino también intimidar a la oposición. No solo hay militares encarcelados, también hay muchos periodistas opositores en las cárceles turcas” añade.
Mientras los medios turcos permanecen expectantes los analistas políticos alertan sobre una palpante realidad: la brecha entre militares e islamistas sigue ensanchándose a pasos agigantados lo que podría traer consecuencias imprevisibles.


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