"No hay sociedades idénticas, no hay países que sean mejores que otros, ni religiones que sirvan para conquistar verdades. Si sólo intentáramos comprender que nuestra vida es tan efímera como un copo de nieve, quizás entonces, después de haber conquistado la belleza, podríamos permanecer serenos hasta la posteridad."


Orhan Pamuk


sábado, 21 de agosto de 2010

El gobierno turco contraataca e intenta pasar por el parlamento una propuesta de ley que afecta de lleno a la judicatura. A la Turca

Foto: Anónimo. PM Turco Recep Tayyip Erdoğan
Lucas Farioli / Estambul

El gobierno del islamista moderado AKP (Partido para la Justicia y Desarrollo) planea llevar al parlamento una ley que impedirá a los miembros del poder judicial ser miembros otras asociaciones políticas. Solo podrán formar parte de la Asociación Turca de Jueces y Fiscales, así como asociaciones relacionadas con pasatiempos. Esta maniobra se percibe dentro de algunos círculos del sector, como una acción de contraataque por parte del gobierno frente las diversas asociaciones de jueces y fiscales que se oponen a los planes que el AKP ultima para la judicatura en el paquete de las reformas constitucionales que será llevado a referéndum el próximo 12 de Septiembre.
         “Según el artículo 33 de la constitución turca, todo el mundo tiene derecho establecer una asociación profesional” comenta en unas declaraciones al diario Hürriyet, el ex ministro de justicia Hikmet Sami Türk.
         “Semejante treta violaría de forma flagrante la constitución” Sentencia.
         Precisamente una de las cosas que el actual gobierno pretende con su paquete de reformas es recomponer el Tribunal Constitucional. Según el propio partido explica detalladamente en sus folletos propagandísticos para el referéndum, las reformas aspiran emular el Tribunal Constitucional de 1969 en el que un tercio de la sala era designada por el parlamento. Asimismo el ejecutivo proyecta aumentar los miembros de los 11 actuales a 17, de los que 3 serán designados por el parlamento (el partido con mayoría de diputados) y los restantes a través del jefe de estado y los propios mecanismos del tribunal.
         Algunas asociaciones de jueces y fiscales ven en la estrategia la intención del ejecutivo de “comprometer los principios de la independencia judicial.”
         Los desencuentros que han mantenido la judicatura y el líder del partido y actual primer ministro Recep Tayyip Erdoğan, tienen importantes precedentes. Cuando en 1997 Erdoğan regentaba la alcaldía de Estambul bajo el paraguas del también islamista Partido del Bienestar (RP), el Tribunal Constitucional ilegalizó el partido por considerar que sus postulaciones ponían en peligro los principios seculares del estado. En las manifestaciones posteriores las palabras que Erdoğan leyó en público; “las mezquitas son nuestros cuarteles y los minaretes nuestras bayonetas”, le costaron cuatro meses de prisión. De nuevo los jueces que junto con las fuerzas armadas constituyen los guardianes mas acérrimos de los valores kemalistas, veían en sus palabras una exaltación clara contra las cimientos laicos que Mustafa Kemal Atatürk ideó cuando fundó la república en 1923 y que se han mantenido intactos hasta ahora.
         El contraataque contra el poder judicial a falta de un mes para el referéndum constitucional, añade otro giro de tuerca en el `tira y afloja´ que islamistas y seculares mantienen desde hace décadas.

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