"No hay sociedades idénticas, no hay países que sean mejores que otros, ni religiones que sirvan para conquistar verdades. Si sólo intentáramos comprender que nuestra vida es tan efímera como un copo de nieve, quizás entonces, después de haber conquistado la belleza, podríamos permanecer serenos hasta la posteridad."


Orhan Pamuk


domingo, 19 de junio de 2011

Triunfo con sabor amargo en los comicios turcos (A la Turca para Intereconomía, borrador preliminar)

Foto: quevaina.net /El premier deposita su voto



Lucas Farioli / Estambul


Los furgones electorales recorren las avenidas estambulíes mientras sus altavoces expelen proclamas políticas. En cada esquina, cada plazoleta, cada peatonal, se emplazan las casetas de todos los partidos políticos, la mayoría de ellos extraparlamentarios que ruegan por el voto del ciudadano.
Los militantes inmersos en una verdadera batalla sonora y visual, junto al infernal y habitual tráfico, un 70% de humedad y casi 30 grados de máxima, amedrentan en vez de cautivar al de por sí estresado ciudadano estambulí.
En Turquía huele a elecciones y es que hoy los turcos tienen una cita crucial con las urnas.
A los comicios se presentarán multitud de partidos políticos auque se espera que solo los cuatro que cuentan con representación parlamentaria, superen el estricto 10% de los sufragios que imponen las leyes electorales turcas para acceder al Türk Meclisi (parlamento turco).
Por orden de relevancia los partidos del Meclisi son el AKP (Partido para la Justicia y el Desarrollo, de corte Islamista moderado), el CHP, (Partido Republicano Popular, laico nacionalista) el MHP (Partido del Movimiento Patriótico de ultraderecha) y el BDP (Partido por la Paz y la Democracia, pro kurdo).
Los principales partidos extraparlamentarios lo componen el Saadet Partisi (islamistas) del recientemente fallecido ex-premier Erbakan, el BBP (islamista-nacionalista), el partido comunista (TKP), y el Partido Libertad y Solidaridad (ÖDP). Así mismo EDÖB (Bloque por el Trabajo, Democracia y Libertad) liderada por Sirri Süreyya Önder y Sebahat Tuncel, de constituye como una nueva iniciativa abiertamente pro-kurdas que si alcanza asientos en el Meclisi podría pactar con el BDP y formar una fuerza crucial para formar gobierno.

El AKP y la progresiva islamización del país

Mientras el AKP del Primer Ministro Recep Tayyip Erdogan empieza a acostumbrarse al poder, sus polémicas iniciativas de carácter moralista ha desperado el terror de la clase media. Algunos ejemplos de esto según señalan fuentes citadas por el portal opositor Haber Sol son planes como el llamado “Famia23”diseñado por Selma Aliye Kavaf , ministra de estado y la presidenta de la Secretaría de la Mujer y la Familia”. Según este medio lo que la ministra intenta es “promover una campaña de rechazo social hacia aquellas parejas jóvenes que si estar casados convivan en el mismo techo”.
El hecho de que en Turquía a día de hoy un joven de 18 años pueda casarse, conducir un vehículo de motor, poseer hasta cinco armas de fuego… pero tenga prohibido por ley comprar alcohol hasta cumplir los 26 años, o el hecho de que la concejalía del distrito de Beyoglu, epicentro cultural y de ocio de Estambul (y también gobernada por los islamistas), haya presentado un decreto para prohibir que en bares y clubes haya butacas dobles con el objetivo de evitar “conductas impúdicas en espacios públicos”, o que el hecho de que el próximo 22 de agosto entre en vigor un plan de paquetes de filtros para restringir el acceso a varias páginas webs, incluyendo varias redes sociales como Facebook (En Turquía ya hay aproximadamente 6500 páginas prohibidas); deja claro hacia donde girarán las políticas del ejecutivo si como bien auguran las encuestas, los islamistas ganan las elecciones de hoy.
Estos comicios se presentan como una prueba de fuego para expresar el creciente descontento, en especial el de los más jóvenes (el 60% de la población tiene menos de 30 años) ante la avalancha de restricciones. Por ello en la calle las mujeres jóvenes profesionales sean quizás las que más reacias se muestran a la reelección de Erdogan.
Bahar Dogan, investigadora de 27 en la Universidad de Bilgi en Estambul le dijo a este medio que votará por los republicanos porque “le inquieta mucho el marcado perfil islamista del AKP”.
“Erdogan tiene que irse. Como mujer me aterra que acabemos convirtiéndonos en regímenes como Irán o Arabia Saudita. Están intentando ingresar en un club de islamistas fanáticos lo que ha arruinado nuestras relaciones con países de mayor tradición democrática”.
Ece Kurtulus, también mujer, y estudiante de 20 años asegura que quiere darle su voto a Kiliçdaroglu porque el actual ejecutivo “esta demoliendo los cimientos de la Turquía moderna y occidental que soñó Atatük”
Derya Cem Kurtar, casada y profesional de 25 años natural de Esmirna: también votará contra el AKP. “Prefiero darle mi voto a los republicanos porque me dan mucha más confianza y simplemente son más transparentes y modernos”.
Pero lejos de los centros urbanos, en los “Gecekondular” (cinturones periféricos), es donde se gesta el caldo de cultivo islamista. En la barriada estambulí de Kartal, Burak Edikli, licenciado en turismo, desocupado y de 24 años habla para La Gaceta. Comenta que se decanta por Erdogan porque “los partidos de la oposición ya gobernaron en coalición anteriormente logrando resultados desastrosos para la economía turca”
Preguntado sobre si comprende los miedos de las clases laicas Burak afirma que “Turquía nunca será como Irán”.
“Erdogan no es un fanático sino un hombre de principios que no utiliza la religión sino que gobierna para todos los turcos. Se trata de una campaña de miedo de la oposición” concluye Burak.
En electoral turco también hay opiniones inconformistas para todos los gustos. Gülay Yaşar, enfermera de 25 años no le dará su voto a ninguno de dos los principales partidos del escenario político turco.
“Votaré por los candidatos independientes del EDÖB porque además de promover una constitución más justa, defender los intereses de la mujer y los estudiantes, también apuestan por integrar a la minorías así como solucionar la cuestión kurda”.
El Dr. Tolga Bilener, profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad de Galatasaray opina como especialista en la materia asegurando que “la cuestión no es si ganarán los islamistas sino el numero de escaños que conseguirán en el parlamento”.
“Si superan los 367 escaños la nueva constitución será el principal punto de su agenda (sistema presidencial, etc.), pero si no sobrepasan los 330 pueden pasar dos cosas: que abandonen sus proyectos constitucionales, o que intenten comprometer a otros partidos. Es aquí donde los kurdos jugarían un papel crucial”.






LOS PARTIDOS


El Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) será según señalan los sondeos el gran vencedor de estos comicios. Para ello el Premier Tayyip Recep Erdogan, aspira a revalidar el triunfo tratando de alcanzar hasta el 50% de los sufragios, que le daría vía a libre para modificar la constitución en solitario, instaurar un modelo presidencial y cambiar las leyes electorales que no le permiten perpetrarse en el poder más de tres comicios consecutivos. Su eslogan “Hedef 23” (objetivo 23), así lo deja claro.

El Partido Republicano Popular. (CHP) es el partido del fundador de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Atatürk. Su nuevo dirigente Kemal Kiliçdaroglu la ha convertido en la fuerza socialdemócrata por excelencia dotando al partido de un nuevo carácter, lejos de la acidez de su antecesor Deniz Baykal quien tras protagonizar un escándalo sexual arrastró en su caída a los viejos barones republicanos.
Apodado Gandhi por su carácter dialogante, Kiliçdaroglu cautivó a jóvenes desencantados de clase media inquietos ante el avance del islamismo. Las encuestas le dan al menos el 30% de los votos.

El Partido del Movimiento Patriótico, (MHP) bajo el liderato de Devlet Bahçeli. Se conforma como la ultraderecha turca y pilar fundamental de la política del país. Sin embargo a menos de un mes de la cita electoral la aparición de una serie de vídeos comprometedores que alentaron otro gran escándalo sexual, forzó la dimisión de nueve de sus miembros mas destacados.
Este serio revés pone en juego la supervivencia de la ultraderecha ya que de no superar el listón del 10% de los sufragios acceder al parlamento, el AKP obtendría los medios necesarios para hacerse con la mayoría absoluta.

El factor kurdo. El Partido de la Paz y la Democracia (BDP) es la piedra angular que republicanos e islamistas podrían precisar para formar gobierno.

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